
Esmerarse en saber a qué huele el agua, inolora por naturaleza, puede resultar complicado. Pero el perfumista español Alberto Morillas, parece haber dado con la cuadratura del círculo a través de Bulgari Man Rain Essence: un perfume que es toda una oda al poder transformador de la lluvia. "La flor de loto aparece en este perfume como si fuera una nube a punto de descargar. Una nota mineral, vigorizante que capta ese preciso instante", asegura el maestro. Ingredientes como el musgo –receptor de esa agua– se convierte en el contrapunto perfecto para conseguir que una nota como la de la naranja, con sus destellos cítricos, luminosos, redondee una fragancia que, inevitablemente, nos traslade a los campos del sur de Europa y, en concreto, a un día de lluvia en Sevilla; que siempre es una maravilla.
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