¿Por qué nos comportamos como nos comportamos? ¿Por qué dices y haces cosas de las que luego te arrepientes? ¿Por qué, por ejemplo, has comprado esa chaqueta que sabes que nunca te vas a poner (a parte de porque no has consultado las recomendaciones para chaquetas de Esquire, claro)? Seguro que a menudo ni tú mismo conoces el porqué. Tranquilo, no estás solo; para eso existen los psicólogos. No nos referimos (o no solo) al psicólogo al que acudimos cuando tenemos problemas, sino a todo el campo de la Psicología que lleva años profundizando en las razones de nuestros actos más alla de esos pequeños trucos psicológicos que pueden cambiar tu vida. Y ahí tienes el resultado de sus investigaciones: en un libro, al alcance de la mano para que tu mismo puedas poner un poco de orden en tu cabeza. O en la de los demás. Gracias a la psicología conocemos un poco más sobre el porqué del odio y de lo contrario: el porqué de la fascinación por Ted Lasso. Si hasta sirve para entender La isla de las tentaciones o a personajes de ficción como la psicología de Batman o de la Mónica de Friends.
No hay un único punto de vista desde el que estudiar la mente y la Psicología la aborda desde múltiples perspectivas, todas ellas compatibles entre sí. A partir de los procesos mentales, profundizando (un tanto creativamente) en el subconsciente, estudiando los condicionantes sociales o a partir de las bases neurológicas de nuestro cerebro.
Sin embargo, la edición de libros de psicología ha crecido tanto estos años que a veces no se sabe por dónde empezar. Lo primero es distinguir la científica científica (o con pretensiones de serlo) de los libros de autoayuda, aunque solo sea porque tienen públicos y metas distintas. ¿Pero a qué corriente y a qué libro acudir después? Para eso estamos aquí. Deja que Esquire te ayude a decidirte.
Estos son doce libros imprescindibles, todos con una voluntad científica, que te ayudarán a comprenderte a ti mismo y a los otros. Los hay de todo tipo, para que escojas el que más se acerque a tus intereses vamos a intentar ordenarlos desde los enfoques más centrados en uno mismo primero -desde el fondo del subconsciente, los procesos cognitivos y la neuropsicología- a los que entienden la psicología en relación con lo social. Doce perlas de sabiduría sobre quiénes somos y cómo nos comportamos.

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‘Introducción al psicoanálisis’, de Sigmund Freud
Alianza Introducción al psicoanálisis

Las tesis de Freud están hoy -por suerte- más que superadas, pero lo seguimos leyendo por lo mismo que leemos los clásicos. Más que en sus conceptos y en sus teorías, la revolución del psicoanálisis estuvo en crear un método de interpretación que pretendía abarcarlo todo para no dejar un solo acto sin sentido: ni siquiera los sueños.
Las sospechas de Freud sobre las intenciones inconscientes de cada uno cambiaron por completo la manera en que nos percibimos y convirtieron al terapeuta en un detective de novela que sigue las pistas, los actos fallidos, los sueños y cada desliz hasta dar con el criminal (spoiler: el subconsciente). Introducción al psicoanálisis presenta las principales investigaciones de Freud, que a veces pueden leerse como una novela policiaca; y otras como una propuesta mitológica para dar una explicación a lo que no lo necesita.
‘Jacques Lacan: una introducción’, de Sean Homer
Plaza y Valdes Jacques Lacan

Dice Slavoj Žižek que este libro es la mejor introducción breve a Lacan, el discípulo de Freud que revolucionó la teoría psicoanalítica en los años 70, y no le falta razón aunque también podríamos añadir las dos introducciones del filósofo esloveno Mirando al sesgo y Cómo leer a Lacan (actualmente descatalogados), en las que Zizek introduce los conceptos lacanianos a través de sus habituales análisis de la cultura pop. Lacan es un autor especialmente arduo y críptico y acercarse directamente a sus Escritos y Seminarios suele acabar con el libro en la estantería y el marcador en las primeras páginas. Afortunadamente Sean Homer explica sus conceptos claves en capítulos breves al alcance de cualquiera, mostrando también cómo se han desarrollado posteriormente en distintas investigaciones. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un acercamiento a la teoría lacaniana y su uso en los estudios culturales antes que a la práctica clínica. Para aquello la principal recomendación es la Introducción clínica al psicoanálisis lacaniano de Bruce Fink.
‘Tus zonas erróneas: Guía para combatir las causas de la infelicidad’, de Wayne W. Dyer
Debolsillo Tus zonas erróneas

Tus zonas erróneas causó furor en las librerías en los años 70 y sigue siendo una recomendación habitual a los lectores en busca de un libro más práctico que abstracto que les ayude a entender qué es lo que hacen mal y cómo superar sus miedos, pensamientos irracionales y malos hábitos cognitivos. Dyer, que aunque es psicólogo también se considera un pionero en la literatura de autoayuda, se basó en la 'terapia racional emotiva conductual' de Albert Ellis, uno de los padres de la terapia cognitiva. De hecho Ellis señaló que el libro era una "mala copia" de sus ideas clínicas, pero también reconoció la utilidad del libro para divulgar con "gran simplicidad y claridad" los principios clínicos que marcaron un antes y un después en la clínica. Si quieres un libro divulgativo y ágil, desde la perspectiva actualmente mayoritaria en psicología y en el que no te costará reconocer tu día a día y sacar consejos útiles, Tus zonas erróneas sigue siendo tu libro.
‘Inteligencia Emocional’, de Daniel Goleman
Editorial Kairós SA Inteligencia emocional

Antes de que las secciones de autoayuda crecieran como setas en las librerías, Daniel Goleman fue en los años 90 el mayor superventas de la psicología con Inteligencia Emocional. La tesis de una inteligencia comparable al CI, que es medible, pero referente a la capacidad de reconocer las emociones y gestionarlas ha sido muy discutida, pero abrió el necesario melón de que hay muchas formas de inteligencia distintas. Sigue siendo una referencia inexcusable y además te enseña cómo fomentar la Inteligencia Emocional y aplicarla mejor.
‘Pensar Rápido, pensar despacio’, de Daniel Kahneman
Debolsillo Pensar rápido, pensar despacio

Como recibió el Nobel de Economía (“por haber integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que respecta al juicio humano y la toma de decisiones bajo incertidumbre”) a menudo se cita a Daniel Kahneman como economista; pero es psicólogo de profesión. Aquí tienes un minúsculo ejemplo de lo que va este libro: una de esas asociaciones rápidas que hacemos cuando no tenemos tiempo para pensar despacio.
De eso, de dos maneras de pensar distintas y de los sesgos y heurísticos que nos permiten tomar decisiones más rápidamente pero a qué precio, trata Pensar rápido, pensar despacio. Para que luego cuando te llegue una impulsiva compra online a casa no digas que no estabas avisado: a veces hay que pararse a pensar antes de decidir.
‘La tabla rasa: la negación moderna de la naturaleza humana’, de Steven Pinker
Ediciones Paidós La tabla rasa

Steven Pinker es un raro superventas entre los autores que no esquivan las cuestiones teóricas más complicadas de la psicología. Incluso si el libro se alarga durante más de 700 páginas y se adentra en aspectos complejos de la teoría de la mente es siempre ameno; los ejemplos, divertidos; y las posiciones de Pinker siempre buscan la polémica. Es tan buen escritor y tan persuasivo que a veces te hace dudar si no es por eso antes que por sus argumentos que resulta tan convincente. Si te interesa el dualismo mente-cuerpo (falso, según Pinker), el debate entre cuánto de nosotros mismos es cultural y cuánto genético (“todo”) y cuestionarte otros tantos mitos sobre la mente, La tabla rasa es tu libro.
‘El hombre que confundió a su mujer con un sombrero’, de Oliver Sacks
Editorial Anagrama El hombre que confundió a su mujer con un sombrero

Un hombre con agnosia visual que no reconoce cuanto ve, un marinero que no puede formar recuerdos nuevos, una mujer incapaz de ser consciente de su cuerpo, dos sabios autistas, una mujer que ha perdido el sentido de la izquierda, un estudiante de medicina -el propio Sacks- que hasta arriba de droga desarrolló un olfato imposible… Podrían ser los ingredientes de una colección de cuentos, y en cierto modo lo son, pero antes que nada se tratan de los casos clínicos del agudo neurólogo, brillante observador y popularísimo divulgador que fue siempre Oliver Sacks. La puerta de entrada a la neuropsicología de varias generaciones.
‘La imaginación y el arte en la infancia’, de Lev Vygotsky
Akal La imaginación y el arte en la infancia

Pionero del constructivismo, Vygotsky es junto con Jean Piaget un nombre clave en la psicología infantil. Él pensaba que los seres humanos no somos como los melones, que no basta con regar a un niño con información para que desarrolle su naturaleza humana, sino que la personalidad y la mente se construyen de forma activa en las relaciones socioculturales. Así dicho, parece obvio: un humano no es un melón, pero el debate entre naturaleza y cultura es uno de los más vivos dentro de la psicología y enfrenta directamente las posturas de Vygotsky y de sus herederos con las de Steven Pinker. En cambio, Vygotsky también está emparentado con Oliver Sacks a través de Alexander Luria, discípulo suyo y uno de los fundadores de la neuropsicología. Su obra maestra es Pensamiento y lenguaje, pero resulta de mucho más fácil acceso El desarrollo de los procesos psicológicos superiores o este otro libro, escrito a partir de una de sus primeras investigaciones. La imaginación y el arte en la infancia tiene la ventaja de ser muy breve (128 pp.), de apoyarse detenidamente en dibujos reales infantiles incluidos en el libro y en experimentos y de tratar un tema que tiene un difícil y escaso abordaje desde otras corrientes de la Psicología: la formación del carácter y de la imaginación en la infancia. Es además una manera de poner en todo su valor los dibujos indescifrables que te regalan tus hijos.
‘La presentación de la persona en la vida cotidiana’, de Erving Goffman
AMORRORTU La presentación de la persona en la vida cotidiana

La microsociología de Erving Goffman le sitúa a medio camino entre la sociología -acostumbrada a grandes escalas- y la psicología -donde el Yo está cerrado sobre sí mismo-. Para Goffman es una distinción ridícula, pues el individuo se construye en su relación con los otros, que es siempre performativa. Como si el mundo fuese un teatro. Más o menos conscientemente todos somos actores interaccionando en una escena y reflexionando luego entre bambalinas. De eso trata La Presentación de la persona en la vida cotidiana. Un clásico con el que recordar que la identidad siempre se construye hacia los otros.
‘Pequeño tratado de manipulación para gente de bien’ de Robert-Vicent Joule y Jean-Léon Beauvois
Pirámide Pequeño tratado de manipulación para gente de bien

¿Sabías que es más probable que un desconocido te preste dinero, digamos para el billete del metro, si previamente tienes un intercambio con él para preguntarle la hora? ¿Sabías que es más probable que un desconocido te defienda de un robo, digamos en la playa cuando abandonas tus cosas a su suerte en la toalla, si le saludas al llegar? Son algunas de las lecciones que puedes sacar de este libro, que repasa técnicas psicosociales para la persuasión tan elementales y eficaces como el “pie en la puerta” y que te será muy útil tanto si te interesa el marketing (o protegerte de él) como si simplemente quieres armarte de trucos para el día a día.
‘Obediencia a la autoridad: El experimento Milgram’, de Stanley Milgram
Capitán Swing Obediencia a la autoridad

El experimento de Milgram sigue siendo un grito sensacional en la psicología social.
En los años 60, cuando todavía se estaban juzgando a los líderes nazis y Hanna Arendt escribía su estudio sobre la banalidad del mal, Stanley Milgram quiso comprender experimentalmente qué había llevado a que miles de persona en Europa perdieran toda noción de moral. La premisa era sencillísima: una figura de autoridad (el experimentador), una víctima (un "alumno", en realidad un cómplice) y un voluntario (una persona corriente) se encuentran en la Universidad de Yale; cada vez que el "alumno" da una respuesta errónea a una pregunta recibe una descarga, que se aumenta progresivamente de intensidad. Las descargas (en realidad simuladas) debían parecer extremadamente dolorosas, pero ante la situación abstracta de un examen, bajo la mirada de una figura de autoridad y ante el compromiso de que les estaban pagando por participar en el experimento, los voluntarios continuaban hasta extremos inhumanos. Todo esto lo cuenta Milgram en este libro, ya un clásico, que le llevó a desarrollar la "teoría del conformismo" y la "teoría de la cosificación".
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